En la práctica, la parte filtrante de las mascarillas suele estar compuesta de fibras de polipropileno con un diámetro de unos 5 micrómetros, las cuales dejan poros de entre 10 y 20 micrómetros, mucho mayores que el tamaño típico de virus y bacterias. La eficacia del filtrado depende por tanto del espesor del filtro: cuanto más grueso sea, mayor será el volumen de captura.

Existen dos tipos de dispositivos:

Las mascarillas quirúrgicas, cuyo principal cometido es evitar que las grandes partículas emitidas por el portador, como las gotas de saliva, se dispersen al medio.

Las pruebas estandarizadas suelen realizarse midiendo qué porcentaje de partículas del diámetro típico de un virus (0,06 micrómetros) pasan a través de una mascarilla con una respiración muy precipitada.

Con las mascarillas quirúrgicas, las tasas varían ampliamente: del 4 al 90 por ciento, debido sobre todo al paso del aire por los bordes de la mascarilla. Estas no resultan satisfactorias en el caso de un contacto prolongado con los pacientes, pero sí pueden serlo en otras circunstancias, ya que bloquean las gotículas de saliva en ambos sentidos y evitan que nos toquemos la cara con las manos.

Otro tipo de dispositivo es el «respirador protector». Estos reciben el nombre genérico de FFP, por las siglas en inglés de «pieza facial filtrante», al que acompaña un número que indica el grado de filtrado.

Estos respiradores sí están diseñados para filtrar el aire y reducir el número de partículas y gérmenes que inhala el portador.

Por ejemplo, las mascarillas FFP2 y FFP3 filtran, respectivamente, el 94 y el 99 por ciento de las partículas del tamaño típico de un virus, al tiempo que presentan fugas totales del exterior al interior de menos del 8 y el 2 por ciento del aire inhalado, lo que requiere que se ajusten bien a la cara.

Con todo, para lograr un filtrado eficiente las mascarillas deben ser gruesas, bien ajustadas y ofrecer resistencia al paso del aire.

Es importante elegir bien la mascarilla que nos ponemos para protegernos y proteger a los demás.

Queremos aprovechar para informar que dejarán de comercializarse a partir de fin de año en España, no sólo las mascarillas KN95. También se verán afectadas las estadounidenses de tipo N95, R95 y P95, así como la australiana AS/NZ 1716:2012, la coreana KMOEL- 2017-64 y la japonesa Japan JMHLW-Notification 214, 2018.

Éstas iban a dejar de venderse en España el último día de septiembre, pero podrán seguir en el mercado hasta el 31 de diciembre.