El exceso de radiación ultravioleta está detrás de la mayor parte de las manchas cutáneas. Descubre cómo eliminarlas.

Al llegar de vacaciones es frecuente notar que hay más cantidad de manchas en la piel y que las que ya existían han adquirido una tonalidad más oscura. Según los especialistas, el otoño es el momento más propicio para eliminarlas, ya que la intensidad de la radiación solar es menor en esta época del año, y tenemos el invierno por delante, para recuperarnos del tratamiento utilizado.

Qué son las manchas solares

Hay diferentes tipos de manchas solares, las más habituales se llaman lentigos y aparecen como reacción de la piel a la radiación ultravioleta. Son lesiones planas de pequeño tamaño, hiperpigmentadas, que aparecen normalmente en la zona del escote, la espalda, los brazos el dorso de las manos, las piernas y los hombros.

Generalmente se desarrollan en personas a partir de los 55 o 60 años que se han expuesto mucho al sol a lo largo de su vida y que incluso han sufrido quemaduras por este motivo en varias ocasiones en el pasado. Estas manchas no remiten por sí solas ni siquiera si el paciente deja de exponerse al sol. Es más, en el caso de las pecas o efélides son más evidentes cuando les da el sol, ya que se vuelven más oscuras.

El melasma es otro tipo de mancha solar, que aparece en relación con la exposición al sol y presenta un componente hormonal, aparece normalmente en el embarazo, pero también en pacientes que toman anticonceptivos orales. Suele aparecer en la cara, fundamentalmente en la zona del labio superior, las mejillas, la frente y el entrecejo.

¿Debo preocuparme por las manchas solares?

Las manchas solares más habituales en principio no son malignas. El motivo para querer eliminarlas obedece fundamentalmente a motivos estéticos, dado que estas manchas solares confieren a quien las tiene un aspecto más envejecido que quien no las tiene.

No obstante, los especialistas afirman que es necesario vigilar estas manchas porque en algunos casos puntuales alguna de ellas puede malignizarse y dar lugar a un cáncer de piel.

Existen tratamientos eficaces para el cáncer de piel y, en general, tienen muy buen pronóstico para el paciente, siempre y cuando se detecten en sus fase inicial, de ahí la importancia del seguimiento y control de los lentigos solares, lunares, pecas y, en general, cualquier mancha que apreciemos en nuestra piel.

Tratamiento de las manchas solares

Existen diferentes tipos de tratamientos para aclarar o eliminar las manchas solares. Los más habituales son cremas y mascarillas despigmentantes a base de hidroquinona (un medicamento blanqueante), ácidos (glicólico, retinoico, kójico…) y antioxidantes, como la vitamina C. Últimamente también se utiliza el ácido tranexámico.

Estas suelen complementarse con tratamientos más agresivos, como peelings despigmentantes con alfa y beta hidroxiácidos, retinol… además de los activos antes mencionados.

Finalmente, existe la opción del tratamiento con diferentes tipos de láser. Estos han demostrado ser la mejor opción para eliminar los lentigos y el tratamiento que más satisfacción suele causar en los pacientes, ya que además tiene un efecto rejuvenecedor muy apreciable.

En cualquier caso, los especialistas insisten en que cualquiera de estos tratamientos ha de ser prescrito y pautado por un dermatólogo experimentado, ya que se trata de productos y procedimientos que pueden agravar las manchas o causar nuevos problemas en la piel si no se aplican correctamente.

Como complemento del tratamiento con láser normalmente es necesario usar cremas despigmentantes para potenciar los resultados, mantener una buena hidratación de la piel y protegerse de la radiación de manera muy estricta, tanto con filtros físicos como químicos.

Los dermatólogos insisten, no obstante, en señalar que el bronceado no es un mecanismo protector, sino una señal de alarma de nuestro cuerpo que nos avisa de que la piel se está quemando. Es decir, que ponerse moreno no es un seguro contra las manchas o el cáncer de piel. Además explican que aunque existan métodos para eliminar las machas, la mejor manera de combatirlas es la prevención: ¡utilicemos fotoprotección solar!